En entrevista exclusiva con Opciones, Antonio Carricarte, Presidente de la Cámara de Comercio de la República de Cuba (CCRC), se refirió a las estrategias de esa institución para asumir la etapa de recuperación post COVID-19.
¿Cuánta incertidumbre puede generar el azote de una epidemia como la Covid-19 con rango global y cuyos efectos resultan inconmensurables ante las cuentas y pronósticos más precisos y certeros de economistas, investigadores, académicos y/o analistas de toda entidad nacional o mundial que examine su comportamiento?
En un escenario postpandemia como el que comienza y que obliga a mover coordenadas sin cambiar el rumbo económico del país, ante la reducida actividad de varios de los principales socios comerciales, la caída en la demanda de servicios de turismo, la interrupción de las cadenas globales de valor y la baja en los precios de los productos básicos, ¿cómo prevé la CCRC afrontar el impacto inmediato de la crisis generada por la epidemia a nivel global, regional y local? ¿En qué sentido redirige su desempeño para enfrentar este difícil panorama y sobreponerse con acciones concretas?
A estas interrogantes respondió Antonio Carricarte, presidente de la Cámara de Comercio de la República de Cuba (CCRC), al profundizar en el trabajo de esa institución en su afán de contribuir a enfrentar el período post Covid-19 y a remontar el avance socioeconómico del país.
-Nuestra prioridad se resume en el incremento de las exportaciones de bienes y servicios y en intensificar la promoción de los proyectos disponibles para el capital extranjero. En un contexto posterior a la pandemia la convocatoria es a incorporar muchos más actores en la promoción de los intereses cubanos allende los mares y a potenciar el comercio exterior y la inversión foránea.
“Desde antes de la epidemia la Cámara venía trabajando en transformar su estrategia para lograr una mayor efectividad en su vínculo con el Plan de Desarrollo Nacional hasta 2030 y el programa de exportación aprobado, a partir de todos los instrumentos, recursos y acciones con que contamos.
“Ante las nuevas circunstancias por la Covid-19 se delinean cambios en nuestras acciones hacia el exterior y con las empresas a partir de los que ya se desplegaban para un desempeño más efectivo de la Cámara desde esas directrices a nivel nacional, basado en primer lugar en la conciliación y el estudio al detalle de las estrategias de desarrollo de los diferentes sectores socioeconómicos y las prioridades del país para esta etapa, sobre todo aquellas de mayor inmediatez.
“En concreto se trata del apoyo y la conducción de los temas asociados con las exportaciones y la inversión extranjera. Las primeras se asumen hoy desde la amplitud de participación a partir de la autonomía de los territorios y de la gestión empresarial, ambas en incremento e incluso reconocidas constitucionalmente.
“Habrá pues que enfocarse a esa mirada territorial de manera que nuestras transformaciones respondan a cómo relacionarnos con las localidades, los modos de apoyar los rubros exportables que se han identificado allí para que el país pueda crecer en sus exportaciones, pero crecer no solo en cantidades de productos sino en la búsqueda de nichos para los ya existentes, que les permitan agregar valor y buscar diversificación en el mercado internacional.
“La Cámara está estructurada en ocho secciones así se favorece la labor por sectores así como su composición de más de 870 miembros asociados, lo cual facilita el intercambio, la capacitación y la información sistemática con las empresas.
“Se realizan encuentros con cada una de las entidades exportadoras de cada sección y se redefine una estrategia que permita una mejor internacionalización de los sectores de la economía cubana buscando ampliar las relaciones y potenciales clientes para nuestros productos de exportación o probables inversionistas para nuevos negocios, aprovechando la amplitud de relaciones camerales.
“Nuestra institución cuenta hoy con unos 120 acuerdos suscritos con sus homólogas en países de todas las latitudes y con organizaciones empresariales o gremiales, que permiten estimular y fomentar las relaciones económicas bilaterales en beneficio de las economías correspondientes.
“Tales acuerdos que se revisan y reactivan en función de las prioridades actuales, posibilitan programas de acciones específicos para lograr un mayor impacto en nuestras exportaciones, y que favorezcan la multiplicación de clientes y mercados para nuestros productos, así como de empresarios extranjeros interesados en invertir en la mayor isla antillana.
“La Cámara tiene varios recursos con los cuales promueve las relaciones externas del país; están los convenios camerales y los comités empresariales bilaterales que agrupan a las empresas de Cuba y del país correspondiente, interesadas en incentivar los nexos comerciales, a partir del contacto directo para discutir lo mismo los problemas que entorpezcan el intercambio como las soluciones más ventajosas, de mutuo acuerdo.
“El llamado es, reitero, a diversificar los vínculos con el exterior, atraer mayores flujos de capital foráneo e incrementar las fuentes de ingresos para impulsar el avance económico del país. En medio de una compleja coyuntura interna, regional y global, se continúa trabajando en la creación de condiciones favorables para la atracción de capital externo, además de insistir en la capacitación del empresariado nacional, contribuir a la promoción de la cartera de oportunidades para la inversión extranjera y a la diversificación de mercados y proveedores.”
– En medio de una alta dependencia de la economía con el sector externo y el complejo contexto internacional marcado por la pandemia, ¿cómo y hacia dónde enfoca la Cámara sus prioridades para lo que resta de 2020?
-A nuestras dificultades objetivas -mayormente asociadas a la política anticubana de EE.UU.-, se suman algunas debilidades e insuficiencias propias del empresariado nacional, entre estas, la necesidad de una mejor preparación, la urgencia de tener siempre una visión de país, así como de eliminar trabas a los requerimientos del comercio exterior, con vistas a favorecer el desarrollo económico.
“A desterrar esos escollos contribuye la participación de Cuba tanto en ferias internacionales como en misiones comerciales para exponer y promover nuestra oferta exportable y proyectos de inversión extranjera, la cual se adecua a la situación actual. No se ha detenido el plan cameral pero se materializa por la vía virtual y ya estamos organizando rondas de negocios en plataformas digitales, contactos empresariales y camerales mediante el uso de Internet y las redes sociales en general.
“De esa manera en un momento tan importante para el país logramos que no se detenga la generación de ingresos y ya hemos concretado con un grupo de Cámaras la continuidad de las relaciones por esa vía, al igual que ya se preparan ferias virtuales y se hace cada vez más habitual que nuestras empresas accedan a esos mecanismos.
“Nos hemos propuesto emplear también estos medios digitales pues aunque se retorne a la normalidad en algún momento, ya la situación no será la misma que teníamos antes de la pandemia y de la crisis generada por su azote a escala mundial, pues por ejemplo, se mantendrá por un tiempo una significativa limitación del movimiento físico de personas y las condiciones de distanciamiento social.
“Tendremos que acudir a estas modalidades para promover también de una manera diferente nuestros intereses externos, lo cual tendrá un impacto en todo el quehacer cameral, en función del Plan de Desarrollo en sus diferentes etapas con énfasis en la más inmediata y en el aseguramiento de 2020 y las propuestas para 2021.
“Otros temas se refieren al vínculo de la Cámara con los territorios. Hoy tenemos cinco delegaciones tras incorporar recientemente la de Cienfuegos, al considerar que es una provincia muy favorecida económicamente, pues cuenta con producción agropecuaria y un plantel industrial importante, además del turismo, que le permite una inclusión mucho mayor en el comercio internacional.
“Trabajamos también con los territorios para, a partir del Mapa de las exportaciones y los proyectos ya identificados que se vinculan al desarrollo local, promover su economía y buscar una mayor inserción de estos en la promoción y fomento de sus relaciones externas, con el acompañamiento de la Cámara, para multiplicar la gestión externa en función del avance del país.
“Con esto se lograría la participación de muchos más actores en la promoción de los intereses cubanos hacia el exterior, desde los territorios, desde los sectores, desde la sede de la CCRC, siempre tomando como base la estrategia de desarrollo del país en áreas priorizadas como la agropecuaria, la producción de alimentos, la energía, etc.
“Se trata de crear condiciones para tener mayores capacidades de exportar ese tipo de productos y a la vez trabajar en proyectos para la búsqueda de socios que puedan contribuir con sus tecnologías o know how a incrementar el encadenamiento en el país y a resolver algunos problemas estructurales”.
-¿Cuáles actividades de la agenda cameral cubana garantizan la formación y capacitación del empresariado, en momentos en que se implementan nuevas medidas para su perfeccionamiento?
-Estamos conscientes del papel que debe desempeñar la Cámara en estos tiempos que corren y se preparan videoconferencias tanto internas como externas para sumar a la empresa cubana a este tipo de acciones, y aportar a su preparación y fortalecimiento por esa vía, ante las limitaciones actuales.
“La Cámara de Comercio está en una etapa de adecuación a los nuevos retos que enfrenta el país, enfrascada en crear cada vez más mejores condiciones para acompañar al empresariado y continuar apoyándolo en el proceso de internacionalización de sus entidades. Se esmera en agilizar eficientemente los proyectos con capital extranjero cuyos resultados están todavía por debajo de los requerimientos nacionales.
“La gestión empresarial se encamina a lograr la identificación de nuevas fuentes de financiamiento, el ahorro y uso eficiente de los recursos disponibles y la adopción de una postura más activa en la búsqueda de proveedores y en la incorporación de nuevos destinos de exportación.
“Trabajamos también en la formación y superación con lo que implica no poder asumirla con presencia física por lo cual ya estamos estableciendo la capacitación digital con el envío de informaciones valiosas a nuestros asociados, de las que aportan las instituciones cubanas y otras de entidades internacionales.
“La capacitación la estamos priorizando en aquellas temáticas donde más dificultades se presentan sobre todo en cuanto a la exportación, pues no es solamente tener identificado el producto, sino cumplir con las normas y buenas prácticas, y enfrentar los obstáculos crecientes sobre todo desde el punto de vista técnico, así como las exigencias de calidad en disímiles mercados.
“Se refuerza la capacitación en esos acápites, en temas contractuales, en la promoción y mejor participación en ferias, en cómo hacer negocios y atraer la inversión extranjera, entre otros elementos de mucha utilidad para la empresa cubana, de manera que no nos paralicemos ante esta coyuntura.
“Se ha hecho bastante desde la Cámara -aunque aún no es suficiente- en la elevación de las capacidades de nuestras empresas para negociar, buscar nichos para sus productos, y se crean condiciones desde los territorios para establecer polos exportadores a partir de sus particularidades y fortalezas, así como se fomenta la exportación de servicios desde las universidades y los institutos de ciencia e investigación, todo un caudal de fuentes y actores para el comercio.
“El papel de la Cámara está en definir cómo conducir ese proceso y no solo identificar productos y servicios sino la manera de acceder a un mercado, y lograr el vínculo productor -exportador, trabajando con los nuevos polos que se crean como el de Guantánamo, Ceballos, Jagüey, entre otros.
“En esta etapa se trata de que esos instrumentos, recursos y acciones que tiene la Cámara se pongan en función de la efectividad de los programas del país en estas temáticas y medir sus resultados y realizar los ajustes necesarios. En esto influye el despliegue del trabajo de inteligencia comercial, la realización de estudios de mercado que se correspondan con las necesidades del país, así como una mejor preparación de empresarios y directivos para apelar a todas las reservas posibles, con mucha iniciativa y creatividad.
“Teniendo en cuenta las medidas de flexibilización de la gestión empresarial y la autonomía creciente, así como la participación de los territorios y la incorporación de otros actores del comercio exterior, la Cámara estrecha vínculos con otras organizaciones que intervienen en este proceso como Procuba, un valioso apoyo en la investigación de mercado, en la información y la elaboración del Directorio de exportadores, entre otros aportes.
“En la Ventanilla Única del Comercio Exterior y la Inversión extranjera participamos en algunos segmentos y se trabaja en un Sistema de Certificación de origen digital con muchos beneficios, que debe concluir este año. Son múltiples las acciones para facilitar esta rama, pero se deben y pueden desplegar muchas más iniciativas de acuerdo con las urgencias del país.
“Con presencia virtual ya hemos participado en reuniones mundiales de organizaciones a las cuales pertenece la Cámara como es el caso de una muy reciente del GS1, se trata de la que coordina y promueve el sistema internacional de códigos de barra, básico para facilitar el comercio al abarcar toda la logística y trazabilidad de un producto a nivel global.
“La exportación está a tono con la estrategia de buscar la integralidad en las acciones de nuestras empresas hacia el mercado, al tratar de que los servicios que se comercialicen complemente o atraigan a los bienes, y viceversa. Por ejemplo, como se ha trabajado para la exportación del Heberprot P, asociado a los servicios especializados que ofrece nuestro personal médico de angiología, es una práctica que pudiera extenderse a todas las ramas; e incorporar la integración de varias prestaciones de consultoría, las asesorías en construcción y energía, entre otros.
“En general los servicios representan un capítulo en el que tenemos una posibilidad significativa para exportar, y en el caso de la salud es muy reconocida y elevada la formación técnica y profesional de nuestros trabajadores, de lo cual se carece en muchos países; es este un segmento que aún no responde a nuestras potencialidades y ahora se adecua la estrategia en esa y otras esferas para incorporar varios sectores como la construcción y las Tecnologías de la información y las comunicaciones (TICs).
“Estamos conscientes del papel que le toca a la Cámara en estos momentos para lo cual se cuenta con un equipo de experiencia y de jóvenes, todos valiosos, para lograr una transformación de nuestra labor en pos de mayor efectividad, en medio de un ambiente de comprensión del rol de cada quien, convencidos de que unidos a nuestros empresarios seremos una gran fortaleza.
“En cuanto a las regiones y países donde hay presencia comercial cubana estos varían según los bienes o servicios. Primero aparecen en la lista nuestros socios tradicionales y principales, esencialmente Rusia, China, Belarús, Vietnam, México, Venezuela y el Caribe.
“En América Latina y el Caribe, nuestra zona geográfica natural, podría darse una mayor integración si se aprovecharán más los convenios que incluyen reducciones o exenciones arancelarias y nos permiten incrementar la competitividad de los productos cubanos; los llamados Acuerdos de alcance parcial o complementación económica, que no siempre se utilizan adecuadamente.
“América Latina también resulta un área muy importante donde pueden haber elementos de complementariedad para integrarnos e incluso formar nuestras propias cadenas de valor como una manera de defendernos, y así aprovechar las capacidades establecidas en el país en función de la exportación que no pueden acceder a mercados de mayor rigor.
“Se incluyen Asia y África, y este año ya se había organizado una importante misión a varios de sus polos en desarrollo, como Namibia, Sudáfrica, Angola, donde a partir de nuestra identidad y de las relaciones históricas con esos países, hay muchas probabilidades de incrementar los niveles de intercambio comercial.
“Otro país significativo es México por la cercanía geográfica y por participar con un volumen significativo en el comercio nuestro, allí se abren oportunidades también para los productos cubanos.
“Hay que distinguir entre los sectores a la industria biotecnológica y biofarmacéutica que con sus avances logra cubrir con productos autóctonos casi el 60 % o más del cuadro básico terapéutico cubano y estamos convencidos de que aún es insuficiente la gestión para incorporar esos resultados en el mercado internacional.
“Siendo consecuentes, se ha puesto de manifiesto la vinculación de los productos médicos con los servicios de salud y el prestigio de estos, con la colaboración de Cuba durante muchos años en decenas de naciones, y ahora, más reciente, en el enfrentamiento a la Covid-19, nuestras brigadas demuestran que tenemos mucha experiencia y conocimientos que transmitir y estamos prestos a las alianzas en esa rama.”
–¿Pudiera evaluar el desempeño de la Corte Cubana de Arbitraje Comercial Internacional (CCACI) durante el año precedente?
-La Corte cubana muestra espíritu de renovación y compromiso con el mundo empresarial. Esta ha dirimido unos 67 casos en el año precedente, que representan casi una veintena más que los de 2018, y hubo más soluciones de casos a partir de las vías alternativas en la solución de conflictos con especial atención a las complejidades de los diferendos, y en ese periodo se incluyen ya como clientes algunas compañías extranjeras.
“Se insta en ese sentido a preparar mejor a las empresas cubanas para resolver dificultades contractuales y los litigios amigablemente, siempre que sea posible”.